EQUIDAD
Hace referencia a la igualdad de ánimo. El concepto se utiliza para mencionar nociones de justicia e igualdad social con valoración de la individualidad. La equidad representa un equilibrio entre la justicia natural y la ley positiva.
La palabra equidad también puede definirse como:
*Cualidad que mueve a dar a cada uno lo que merece sin exceder o disminuir.
*Justicia, imparcialidad en un trato o un reparto.
*Tratar a todos por igual respetando y teniendo en cuenta sus diferencias y cualidades.
*La "bondadosa templanza habitual"; a la propensión a dejarse guiar por el deber o por la conciencia, más que por la justicia o por la ley escrita.
*La justicia natural, opuesta a la ley escrita.
*Una moderación en el precio de las cosas o en las condiciones.
*Una "disposición del ánimo que mueve a dar a cada uno lo que merece.
EQUIDAD DE GENERO
Se conoce equidad de género a la defensa de la igualdad del hombre y la mujer en el control y el uso de los bienes y servicios de la sociedad.
La equidad de género representa el respeto a nuestros derechos como seres humanos y la tolerancia de nuestras diferencias como mujeres y hombres,
representa la igualdad de oportunidades en todos los sectores importantes y en cualquier ámbito, sea este social, cultural o político.
Es en este último donde es necesario que la mujer haga valer su lugar, sus capacidades y sus conocimientos, su voto, su voz.
En el terreno económico, es también de vital importancia lograr la equidad de género, ya que si a la mujer se le restringe el acceso al campo productivo,
al campo laboral o al campo comercial, se genera pobreza. En el caso de mujeres estudiantes y trabajadoras, las madres solteras que son el pilar de la familia,
¿Qué pasa si no tienen una fuente generadora de ingresos?
Se restringe la educación, el esparcimiento, la recreación, la salud y sobretodo la alimentación.
Esto supone abolir la discriminación entre ambos sexos y que no se privilegie al hombre en ningún aspecto de la vida social, tal como era frecuente hace algunas décadas en la mayoría de las sociedades occidentales.
De ahí que podamos establecer, por tanto, que para que tenga lugar la mencionada equidad de género se tienen que producir o generar dos situaciones concretas y fundamentales.
Por un lado, estaría la igualdad de oportunidades y por otro, la creación de una serie de condiciones determinadas para que se puedan aprovechar las citadas oportunidades.
La equidad de género consiste en estandarizar las oportunidades existentes para repartirlas de manera justa entre ambos sexos. Los hombres y las mujeres deben contar con las mismas oportunidades de desarrollo. El Estado, por lo tanto, tiene que garantizar que los recursos sean asignados de manera simétrica.
Una mujer no debe obtener menos que un hombre ante un mismo trabajo. Cualquier persona debe ganar lo que propio de acuerdo a sus méritos
y no puede ser favorecida en perjuicio del prójimo.
Un hombre y una mujer deben recibir la misma remuneración ante un mismo trabajo que contemple idénticas obligaciones y responsabilidades.
En este caso, se atiende a las cuestiones biológicas y se realiza una discriminación positiva entre ambos sexos.
En este sentido es importante subrayar que precisamente existe una organización sin ánimo de lucro que se da en llamar Equidad de Género y que opera de manera fundamental en México. Se trata de una entidad que apuesta y trabaja en todo momento por conseguir esa igualdad entre hombres y mujeres al tiempo que lleva a cabo lo que sería la promoción de los derechos de las féminas.
Las 7 claves para promover la equidad de género en las aulas
1.-Eliminar los prejuicios y las ideas preconcebidas. Desmontar mediante la vocación crítica los prejuicios y los hábitos sexistas. A través del razonamiento crítico conseguimos que los niños puedan hacer frente a las generalizaciones.
2.-Todos pueden hacer todo. Eliminar las concepciones erróneas, empezando en el ámbito doméstico y continuando en la escuela. Enseñar a los niños a compartir las tareas, no solo entre ellos, sino con los padres, dentro de sus posibilidades, y evitar que sea una sola persona la que cargue con todo el peso de la casa.
3.-Afrontar las diferencias de género. Es innegable que niños y niñas no son iguales,
a nivel fisiológico y mental son diferentes. Por ello, se tiene que enseñar a los niños a afrontar estas diferencias y a asumirlas. Además, se tiene que dar respuesta a las dudas de los niños sobre cuestiones incómodas como el sexo, y las relaciones entre personas para romper el sistema de imposición de roles.
4.-Evitar el acceso a los estímulos sexistas. A diario los niños están sometidos a un bombardeo continuo de estímulos, no todos ellos deseables. Para evitar que en ellos nazca una percepción sexista, es importante impedir una sobre-exposición a estos contenidos y desarrollar un sentimiento crítico para que puedan enfrentarse a los mismos.
5.-Utilizar el juego como base de la enseñanza en equidad. Cabe fomentar los juegos inclusivos, en los que el rol masculino o femenino no intervenga, así como la promoción de equipos mixtos. El juego es una de las formas más efectivas de enseñanza, especialmente en valores, por lo tanto el patio y el recreo deben ser una extensión de este aprendizaje.
6.-Ofrecer patrones de conducta ejemplares. Los niños comienzan a desarrollar su personalidad a través de la repetición y tomando como ejemplo a las personas de su alrededor. Por ello es importante que en casa ya exista un clima de equidad de género que será reforzado en la escuela.
7.-Hacer un seguimiento durante el desarrollo cognitivo. Es preciso hacer un seguimiento del niño y evitar que las concepciones erróneas se afiancen dentro de su entendimiento.
Estar atento ante cualquier desviación y rebatir esa idea a través del razonamiento, y nunca del castigo, es una parte fundamental del aprendizaje.
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